Volumen prohibido

Por: Ángel Emilio Olavarrieta

¿Cómo empezó el fenómeno del K-pop? bien, antes de continuar, es muy importante aclarar un punto, y es que, el K-pop no es un género, es una industria musical, si quisieramos encasillarlo en un género sería simplemente pop; el nombre K-pop es la abreviación de Korean-pop (pop coreano para los que no le saben al inglés).

Ahora sí, una vez aclarado el punto anterior, el K-pop por si te lo preguntabas, no es un tema nada nuevo, ya que lleva al menos 30 años de existir en Corea. Sus primeros exponentes fueron creados en 1992, y grupos como Seo Taiji and Boys fueron parte de la primer generación del K-pop, siendo fundadores de esta nueva ola musical. Los inicios del K-pop fueron extraños, ya que era un cúmulo de distintos géneros de todo el mundo, tomando la esencia de muchos de ellos pero llevados a su idioma.

Aunque inicialmente cantaban en coreano, posteriormente se dieron cuenta que no tendrían el mimso alcance a que si cantaran en inglés, así que poco a poco fueron fusionando los dos idiomas para así poder llegar a más gente fuera de Corea.

La industria del K-pop es llevada a cabo por empresas de entretenimiento que hacen el papel de una disquera muy completa, ya que una misma empresa se encarga de reclutar talentos, formar los grupos y distribuir la música y mercancía de los grupos, sí, es un modelo de negocio un tanto fuera de lo común pero que resultó ser una joya empresarial.

La segunda ola musical del K-pop fue una de las más importantes, ya que incluso a día de hoy esos grupos siguen vigentes, además que ya comenzaban a internacionalizarse cada vez más al ya tener una experiencia con la primer ola. Las empresas ya comenzaban a entender más el negocio y por tanto los grupos se fueron expandiendo cada vez más por el mundo y eso dió paso a la tercer ola, que no fue solamente en el mundo de la música, sino en genral de la cultura coreana.

Seguramente recordarás al compa PSY, aquel que en 2012 (terminando la segunda generación y empezando la tercera) se comió al mundo con su mega hit Gangman Style. Ese temazo fue el primer gran éxito mundial del mundo del K-pop, ya que rompió las barreras de miles de países adueñándose de las radios de todo el mundo, además que fue el primer hombre en romper el contador de visitas en Youtube, siendo el primer video de la historia en la plataforma en llegar a mil millones de visitas.

A día de hoy la influencia de PSY sigue estando vigente, ya que dió paso a que gente de todo el planeta volteara a ver el K-pop y lo comenzara a adoptar como un género más e incluso un estilo de vida. Aquí comienza la tercer ola del K-pop, la que vino a conquistar a millones de fanáticos por todo el mundo y comenzó la fiebre por la cultura coreana. Grupos que sí o sí haz escuchado como Blackpink, EXO, Twice y por su puesto BTS nacieron a partir de esta tercer ola o generación.

Parece todo color de rosa, sin embargo, excelentes coreografías, excelentes voces y canciones tienen también su lado oscuro. A través de los años la obsesión de las empresas por llegar a la perfección se ha vuelto casi enfermizo, ya que para llegar a lo mencionado anteriormente, los artistas son sometidos a duras reglas y entrenamientos en los que son encerrados casi que en una cárcel.

Desde jóvenes son entrenados y adiestrados para llegar al estereotipo deseado por la empresa. Posterior a eso, hay distintos filtros para poder saber si serás seleccionado o no para ser parte de un grupo (cosa fea por los que no quedan). Y una vez seleccionado tu vida cambia por completo, ya que en pocas palabras, le otorgan el 100% a la empresa quien se adueña de su carrera artística, y en el peor de los casos de su vida, al menos por el tiempo que diga el contrato que firmaron.

En mi opinión, el K-pop es música realmente buena, es muy fácil de disfrutar, escuchar e identificarse con ella, además que los artistas son muy talentosos; sin embargo, pienso que es necesario que el mundo y los fanáticos sean conscientes que no todo es bueno dentro del mundo de la industria, el hecho de abrir los ojos y darse la oportunidad de ver más allá de una imagen bonita será suficiente como para hacer un cambio justo en la vida de los artistas.